viernes, 10 de junio de 2016

Que no pare la música

Dicen que en el avión de vuelta de Milán a Madrid, algunos jugadores del Real Madrid, electrizados por la Undécima Copa de Europa, venían cantando Juntos como hermanos y Alabaré, alabaré. Eso indica hasta qué punto el entusiasmo -o el alcohol- habían hecho efecto. No tengo mucho que objetar a sus cualidades deportivas, pero musicalmente van con cuatro décadas de retraso. Claro que cuando se piensa en música religiosa, a la mayoría de las personas les vienen a la cabeza temas como Pescador de hombres (“Tú has venido a la orilla”), Una espiga dorada por el sol, Qué alegría cuando me dijeron o cualquiera de las canciones que se estrenaron hace 40 o 50 años y de las que se sigue echando mano en muchas iglesias cuando no hay nada pensado o ensayado. No voy a entrar en juicios de valor, que éste es un asunto muy discutido. 

Me encanta la música religiosa clásica, pero no soy, en absoluto, un purista. Creo que cada situación requiere su tipo de música. Soy un enamorado de Bach, pero francamente no me imagino a la gente de una iglesia sencilla cantando corales como si fueran el Orfeón Donostiarra. Escucho y canto con mucho gusto temas bellísimos de Brotes de Olivo, Kairoi, Luis Alfredo, Ain KaremMartín Valverde, Alvaro Fraile, Toño Casado o Migueli. Durante años colaboré muy de cerca en el Multifestival David. Tuve la oportunidad de conocer a jóvenes compositores e intérpretes de varios países. Viví la euforia de una etapa muy creativa que, a su vez, enlazaba con la que en los años 60 y 70 había renovado el repertorio litúrgico. Nombres como Tomás Aragüés, Juan Antonio Espinosa, Miguel Manzano, Cesáreo Gabarain, Carmelo Erdozain y Luis Elizalde son de obligado recuerdo.

Desde que vivo en Italia estoy alejado de este ambiente, pero procuro estar al tanto de lo que se va haciendo en música religiosa. Creo que no es necesario insistir mucho en que una cosa es la música litúrgica (que tiene sus propias claves y exigencias) y otra la música de inspiración religiosa (que admite una mayor libertad creativa).

Hace días leí en Catholic Link un artículo de Sebastián Campos en el que presentaba 11 ejemplos de solistas o grupos que componen e interpretan música religiosa. Provienen de España, Colombia, Perú, Brasil, Estados Unidos, Australia e Italia. La selección no es quizá representativa pero sí muy llamativa. A diferencia de lo que ocurría hace 30 años, cuando comenzó el Multifestival David, por ejemplo, hoy los compositores son abierta, descaradamente confesantes. No se andan con muchas vueltas poéticas o con sutilezas lingüísticas para transmitir su fe. Es como si en este contexto postmoderno hubieran querido vender el producto a las bravas. Dejan en la nevera las baladas suaves, las composiciones de cantautor y se arriesgan con el rock, el rap, el hip-hop... Para empezar, todos sin excepción, van vestidos con hábitos religiosos que los identifican como tales. Esto hubiera sido impensable –contraproducente se decía– hace unas décadas. Más bien, se buscaba lo contrario: que la canción se abriera paso por sí misma, sin un envoltorio demasiado religioso. Si se me permite la caricatura, creo que los ejemplos elegidos son muy tradicionales en los contenidos y muy innovadores en las formas. Pero esto no deja de ser un juicio apresurado. ¿Qué significa esto? ¿Qué anuncia y qué denuncia? ¿Cómo se acogen?

Os dejo con los vídeos para que juzguéis por vosotros mismos.

1. Las Siervas del Plan de Dios - Perú - Confía en Dios


2. Juan Andrés Barrera - Colombia - Todo lo puedo en Cristo


3. P. Daniel Pajuelo - España- Vamos más allá



4. La Voz del desierto - España - Determinada determinación


5. Padre Fábio de Melo - Brasil - A Mão de Deus



6. Frailes Franciscanos de la Renovación - USA - Renewal in Motion




7. Fray Gabriel - USA - Salve Regina




8. P. Damián - España - Story of My Life



9. Fr. Rob Galea - Australia - Alive




10. The Bosco Boys - USA - Who Says You Can't Be a Saint



11. Sor Cristina - Italia - Blessed Be Your Name




No hay comentarios:

Publicar un comentario

En este espacio puedes compartir tus opiniones, críticas o sugerencias con toda libertad. No olvides que no estamos en un aula o en un plató de televisión. Este espacio es una tertulia de amigos. Si no tienes ID propio, entra como usuario Anónimo, aunque siempre se agradece saber quién es quién. Si lo deseas, puedes escribir tu nombre al final. Muchas gracias.